lunes, 27 de julio de 2009

Historia de la Gaita Gallega

En Galicia la gaita se empleaba, primero para festividades y celebraciones paganas y posteriormente, con la llegada de cristianismo, la iglesia asimiló los elementos musicales de la cultura autóctona y los introdujo en la liturgia, como acompañamiento en misas, procesiones e incluso entierros.

A partir del siglo XVI hay gaiteros profesionales. Finalizado el siglo XIX, la gaita adquiere un gran auge. Surgen los gaiteros más famosos.

La gaita gallega no ha sufrido fuertes transformaciones desde la Edad Media, se ha adaptado, si, en mayor o menor medida, pero no ha tenido fuertes transformaciones si la comparamos con la gaita de Escocia, que empezó a usarse en ese país en el siglo XV y que en el siglo XVIII tenía ya tres roncones, modelo que hoy predomina y que fue adoptado en otros países, como en Bretaña, desplazando a las gaitas de estos lugares. La gaita de Galicia sigue teniendo esa encantadora reminiscencia medieval, pero para los tiempos que corren, nosotros necesitamos un instrumento competitivo para cierto tipo de presentaciones y una puesta en escena que impacte en el público, tal como lo hacen las bandas organizadas, quitándole ese sabor campesino, que sólo sirve como una colorida estampa, pero nada más.

Otros elementos que son susceptibles de cambio son los denominados "trajes tradicionales" con los que tocan los gaiteros y que salvo excepciones, son grotescos y carecen de atractivo. Según los entendidos en el tema, el verdadero traje gallego se ha perdido, el que se usa no es muy anterior al siglo XVIII.

En realidad, el llamado "traje galaico" encaja mejor en el campo de la arqueología que en el estudio de la cultura popular, habida cuenta que se trata de algo que ha desaparecido de nuestra realidad para quedarse sólo en el recuerdo de algún anciano o en la evocación de un literato. Por otra parte, sólo hasta cierto punto le corresponde tal calificativo, ya que se trata de un traje empleado durante un tiempo determinado, más aún, bastante reciente. A esto le corresponde el nombre de "traje gallego", del que no queda más sobrevivencia que las abundantes, toscas y teatrales imitaciones que de él se hacen.

En el presente siglo la gaita perdió paulatinamente su importancia y sólo se mantuvo gracias a la afición y al vocación de unos cuantos gaiteros. Entre ellos podemos citar a José Remis Ovalle, que obtuvo el título del Gaitero Mayor de España (Titulo que concedía el Rey de España al mejor gaitero del país en su época) o a José Antonio García Suárez, el Gaitero Veriña.

Contra lo creído por mucho tiempo, los gaiteros en Galicia no eran pocos a lo largo del siglo XX, sino que había pocos gaiteros de renombre, se contabiliza de uno a dos gaiteros por pueblo.

A medida que pasa el tiempo, al igual que cualquier máquina o instrumento cotidiano mejoraron sus prestaciones, la gaita tambien lo hace, mejorando así los materiales de su construcción, como la nueva incorporación de los fuelles de gore-tex, evitando así las condensaciones producidas por el bao del aliento en los fuelles de goma y por consiguiente una mayor durabilidad de los elementos importantes como son las palletas y los pallones.

Contrariamente a lo que piensan muchos, la gaita no es un invento de Los Celtas, aunque sean estos los mejores ejecutantes y los que más la difundieron en el mundo. El origen de la gaita no ha podido ser establecido hasta el día de hoy por investigador alguno. Se ha sostenido que la gaita era ya conocida en Galicia seis siglos antes de la era cristiana, lo cual coincidiría con la instalación en España de la tribus célticas de los sefes, lugones y vetones.

Otros señalan que la gaita de Galicia y Asturias fue introducida en el noroeste de la península Ibérica por los suevos, que reinaron en esta parte de España desde el siglo V al VII, así como el nombre procedería del alto alemán, lengua que hablaban los suevos; y en cuanto al origen más remoto de la gaita en España habría que atribuirlo a celtas, fenicios, griegos y romanos, puesto que todos estos pueblos que invadieron el suelo hispano conocían la gaita de la antigua Mesopotamia, antes de la era cristiana.

Como se puede deducir, no hay mucho en concreto sobre el origen de este instrumento, aunque es bueno que sigan no sólo las investigaciones sino también las discusiones.

Lo cierto es que parece evidente que Galicia fue en la baja Edad Media el centro gaiteril más importante de Europa, debido principalmente a la peregrinaciones a Santiago de Compostela. Estas peregrinaciones durante los siglos XII al XIV se encargaron de difundir la gaita por toda Europa. La llevaban los peregrinos de regreso a sus países, la usaban los monjes benedictinos en sus pequeñas iglesias rurales en lugar del órgano y la difundieron los propios gaiteros gallegos que salían al extranjero a probar fortuna.

Tradicionalmente la gaita en Galicia ha sido usada en tres diferentes tonalidades: Re, Do y Si bemol, pero en la actualidad se la fabrica en otras tonalidades como así también se la construye con barquín o fuelle, que se acciona con el brazo. A esta se la llama "gaita de soplo mecánico".

La "grillera" está en una tonalidad cercana al Re natural, su sonido es duro y chillón; fue quizás la más primitiva y generalizada en Galicia. La "redonda", es de mayor tamaño que la grillera, y suena en un tono más cercano al do.

La "tumbal", es la mayor de las tres, está en una tonalidad grave cercana al Si bemol. Tradicionalmente esta gaita tiene dos roncones y su sonido es solemne.

Es habitual ver gaitas con un solo roncón, pero la gaita gallega tiene tres; parece ser que no todos los gaiteros querían usarlos porque les resultaba engorroso lograr la afinación, y por lo tanto, sencillamente los eliminaban en una actitud más cómoda que práctica, con lo cual el instrumento no solo perdía dos voces más, sino presencia. Algunas personas han señalado que el o los roncones tenores es o son un aditamento moderno, pero en las ilustraciones de Las Cantigas de Alfonso X El Sabio, concretamente la miniatura que encabeza la cantiga 350, se puede ver a un ejecutante con una gaita de dos roncones.





La Gaita en Galicia

La gaita de Galicia, usada también en el norte de Portugal, (Tras Os Montes), es físicamente muy parecida a la de Asturias y a la de Sanabria (Zamora). Consta de un puntero, que puede ser para tocar en "abierto", (parecido a la digitación de una flauta de pico), o para tocar en "cerrado", (como en la gaita de Asturias); un fuelle donde se almacena el aire que hace que suene el instrumento; un roncón, el tubo que se apoya sobre el hombro del gaitero, que suena en la misma nota que el sonido del puntero en la posición de Re (con el agujero del meñique mano derecha abierto), pero dos octavas más abajo; un ronquete, el tubo que se apoya sobre el antebrazo derecho del gaitero, que suena en la misma nota del roncón, pero una octava más arriba que éste y una más abajo que la posición Re del puntero, y un ronquillo, que sale del fuelle paralelo al ronquete, que suena con igual nota que la posición Re del puntero, una octava más arriba que el ronquete y dos más arriba que el roncón.

El roncón se compone de tres piezas: La tercia, o parte final por donde sale el sonido que remata en la copa, la segunda y la prima. El ronquete está compuesto de dos piezas respectivamente, copa y prima. El ronquillo es de una sola pieza.


Gaita de Galicia (Tradicional)

El roncón, el ronquete y el ronquillo, se sintonizan a la nota del puntero mediante el deslizamiento telescópico de sus partes componentes, de tal manera que el tubo resultante es o más largo o más corto, adecuándose así la longitud de onda de la nota emitida. A la hora de realizar esta sintonización (afinación de los acompañamientos), se percibe que esta está realizada al percibir auditívamente la puesta en fase de dos sonidos comparados (p.e. el sonido del roncón con el del puntero, o el del roncón con el del ronquete).

MATERIALES PARA SU CONSTRUCCIÓN

Las gaitas de Galicia se construyen en muy diversas maderas, Boj Gallego (Buxux, muy escaso), Boj de Brasil, Granadillo, Cocobolo, Palo Violeta, Palo Santo, Palo Rosa, Bubinga, y Cerezo. Actualmente se están construyendo gaitas en un nuevo material sintético llamado Polipenco, un polímero de color y textura parecido al PVC negro, pero mucho más estable térmicamente, y en fibra de carbono, debido a la carestía y coste de las maderas, que en su mayoría son importadas.

La herramienta primordial para la construcción de gaitas es el torno, que gracias los avances actuales constituye una gran ayuda en conseguir la precisión y control necesarios para obtener piezas con un alto grado de perfección. Hace ya tiempo que los artesanos dejaron los tornos de pedal y de ballesta atrás, para trabajar con tornos eléctricos, lo cual les ha permitido mejorar la producción y abaratar costes.

Los fuelles se hacen de piel de becerro cosido, enterizos de piel de cabrito, de latex (estos no son muy recomendables, pues pueden pudrirse los asientos), y actualmente se está usando un nuevo material llamado Gore-tex, que es un tejido sintético, parecido al nylon, con dos capas que funcionan como una membrana osmótica, permitiendo la salida de humedad desde el interior del fuelle al exterior, e impidiendo que se escape el aire. También he oido hablar de fuelles construidos con algún tejido basado en los vinilos, pero todavía no he visto ninguno.

Los vestidos, harapos y borlas, los hacen mujeres, que con destreza de modistas de alta costura, escogen, preparan, cortan, cosen, bordan y rematan todos los detalles que engalanan, adornan y hacen más bella y atractiva cualquier gaita de Galicia.


1: Labios. 2: Palas. 3: Yugo o fiador. 4: Hilado. 5: Tudel.
Vista de la pita del puntero gallego.

Y el dispositivo esencial: la lengüeta del roncón y la pita del puntero. Estos dos dispositivos se construyen con tubo de caña (cañavera). En la lengüeta del roncón, se aprovecha un tubo de la caña, de unos 8 mm de diámetro, cerrado por uno de los extremos en un nudo de crecimiento propio de la caña y en el opuesto abierto, por el cual sale el aire al exterior a través del tubo del roncón. En una cara lateral del tubo de caña, se practica un corte para formar una lámina de unos 5 mm de ancho y unos 60 mm de longitud, la cual se levanta ligeramente para formar la lengüeta de vibración. La pita del puntero se construye cortando una lámina de la pared de la caña, de unos 50 mm de longitud y 6 mm de ancho, se aplana desbastandola con una cuchilla plana y una vez obtenida la lámina con el grosor adecuado de aproximadamente 1mm, se moja en agua para ablandarla y se le hace una muesca perpendicular a su eje mayor por el centro de la pieza, y se dobla sobre un tubo metálico de latón llamado tudel, al cual se ata con hilo fuertemente, después se pone sobre la parte superior del tudel, por encima de las láminas de caña, el yugo o fiador, cuya función consiste en regular la curvatura de los futuros labios o bordes de la bilengüeta. Por último, se preparan y afinan los labios de la pita, lijándolos y recortándolos hasta que de el tono adecuado al puntero al que vaya destinada. En el ronquete se coloca una lengüeta, similar a la del roncón, pero de menor tamaño y diámetro. En el ronquillo se coloca una bilengüeta como la del puntero.

AFINACIÓN

Cuando sale el Re de la segunda octava alto, la única forma de aproximarlo es raspando la palleta atrás, junto al yugo, esto no quiere decir que no sean unas palletas con potencia y buenos resultados. Con la gaita utilizamos normalmente la posición Re (cerrado) por delante, aunque se utilizan las otras dos, ya que se pueden utilizar las tres posibilidades que hay de ejecutarlo. La posición abierta se debe utilizar especialmente en notas de paso. Ultimamente se identificaba con una técnica pobre, ya que es el recurso mas fácil, sin embargo es un posición muy interesante, ya que las posiciones en modo "cerrado" limitan bastante las posibilidades para la correcta entonación, ya que por el mismo agujero se han de dar tres notas distintas (Re, Do y Do#).


1: Espiga o mecha. 2: Nuez. 3: Cuello. 4: Oidos. 5: Campana o pabellón.
Vista y descripción de las partes del puntero de la gaita gallega.

La gaita en España. Introducción

Como véis he dejado aparte el tema de la Gaita en España. Lo he hecho por dos motivos. La primera es que soy de este país, y, por este motivo quería dedicar un amplio monográfico a este instrumento tan importante en nuestra cultura, que es mi segunda intención.

Dicho esto, os tengo que aclarar la estructura que va a seguir el siguiente monográfico sobre la gaita en España y esto va a ser muy sencillo de explicar. Como hago en mi programa de radio "El Tren Expresso" 87.6 FM, en parte de Madrid, pero lo podéis seguir a través de Onda Latina, en www.ondalatina.es, todos los domingos en directo de 17.00 a 18.00 horas y los lunes de 10.00 a 11.00 de la mañana (horario español), la estructura del siguiente monográfico pretende ser igual que la estructura del programa, es decir, empezaré por la parte norte, e iré recorriendo los distintos lugares de oeste a este y de norte a sur. Así pues, hace tres años, empecé por Galicia, y eso es lo que me dispongo a desarrollar en el siguiente artículo. Sin más, os presento, La Gaita en Galicia. Aprovecho para mandar un saludo a todos y a todas que seguís este blog desde cualquier parte del mundo. Gracias una vez más